Convivencia en Portugal
Con los primeros días de temperaturas calurosas nos entran las ganas de los chapuzones y como se nos contagian las energías de nuestros pequeños y pequeñas ponemos rumbo a Alvor, en tierras portuguesas.
El viernes 20 de mayo nos dirigimos, la gran familia de Triskell a nuestro destino, un hotel situado en el Algarve portugués donde pudimos disfrutar del buen clima y de los momentos distendidos con nuestros menores. Los nervios estaban a flor de piel, los mas pequeños disfrutaban por primera vez de unas vacaciones de este tipo y no conciliarion bien el sueño en la noche anterior (Y alguno de los mayores tampoco). El camino hacía el hotel fue muy tranquilo aunque con los nervios de algunos peques de llegar y comenzar a disfrutar de los chapuzones en la piscina.
Y por fin llegamos y una vez ubicados en nuestras respectivas habitaciones con nuestras pulseras de todo incluido, comenzaron las ansias y las prisas de difrutar a tope de las horas que nos quedaban por delante y por supuesto porque se habría la veda de los helados, ¡Yujú!
La cara de los más pequeños cuando vieron las colchonetas hinchables para tirarse a la piscina, hacía que todo el esfuerzo que suponía este gran viaje mereciese la pena de verdad.
¡Disfrutamos de una tarde "piscinera, hamburguesera, heladera" hasta quedar arrugados e hinchados de tanto chapuzón y de zamparnos tantos helados sin ton ni son!
Llega la hora de las duchas y nos ponernos guapas y guapos para la gran cena y pasar una noche muy divertida con las actuaciones programadas del hotel. ¡Comimos, cantamos, bailamos, jugamos, saltamos, reímos hasta que no pudimos más!
Por la mañana ya en el desayuno ibamos preparados, ataviados de nuevo con nuestro trajes de baño para disfurtar de las últimas horas de piscina hasta nuestro regreso a Huelva.
No sabemos si nuestros niños y niñas ha sido afortunados al disfrutar de este estupendo fin de semana.¡O nosotros los educadores y educadoras al disfrutar de ellos tan felices!